ELMER Y MERCIANO TREBEJO

Casi al mismo tiempo se acaban de ausentar para siempre los hermanos Merciano y Elmer Trebejo Cruz, dos de los más distinguidos cantores de la tradición gregoriana del pueblo de Santiago de Chilcas. Durante los actos litúrgicos de la Semana Santa, los maestros cantores han tenido y tienen todavía presencia activa, con los tradicionales cánticos y salmos que se entonan en memoria de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. En estos rituales, las voces inconfundibles de Elmer y de Merciano, entonadas en genuino latín, han sido memorables, durante las últimas cuatro décadas, secundados por otros cantores. Hoy, sus voces se han apagado para siempre, pero el recuerdo de sus actuaciones queda en la memoria colectiva del pueblo de Chilcas y en algunas grabaciones en cinta hechas en los años ochenta y noventa.

Elmer y Merciano han sido los maestros cantores de renombre, que remplazaban muy bien al papel de los sacerdotes desde los tiempos coloniales. Nietos de don Cosme Cruz, uno de los inolvidables cantores de voz sonora, que brilló en las ceremonias de la Semana Santa hasta mediados del siglo XX, junto con otro eximio cantor don Márgaro Espíritu y de Augusto Manrique. Don Marzano Mata, fue también un destacado maestro cantor en latín, preferentemente de los actos funerarios. Elmer y Merciano forman parte de la tercera generación en la línea de Cosme Cruz. Fueron sus padres: don Félix Trebejo, recordado artesano del tejido en telar manual y de doña Eustaquia Cruz, hija de don Cosme Cruz. Los dos hermanos heredaron del abuelo el arte del canto gregoriano con merecido honor. En vida, alternaron con otros maestros cantores: con Miguel Reyes, también ya finado, especialista en el canto del “Yo te adoro Santa Cruz”, con Marden Robles y otros. Pero no todo se ha perdido. Felicinda Trebejo, hija de Elmer Trebejo, es la heredera en la cuarta generación de cantores gregorianos. Felicinda, asiste alternadamente durante la Semana Santa, a los actos litúrgicos de Acas, de Chilcas y de otras poblaciones cercanas. Es la voz femenina, que hace buen juego con el violín y el fondo del arpa, durante los cantos de los Maitines del Jueves y Viernes Santo.

En estos tiempos en que el avance de las sectas del protestantismo viene modificando los esquemas religiosos en Chilcas y en las comunidades andinas del país, por lo que los actos de reproducción teatralizada de la pasión y muerte de Cristo en las iglesias ha decaído profundamente, el recuerdo de Elmer y Merciano quedan en la memoria y en la historia del pueblo chilcasino. Ellos vivieron todavía los buenos tiempos de las tradiciones del catolicismo. Los que lo conocimos y escuchamos sus cantos, le rendimos reverencial homenaje, ahora que descansan en paz.